La Plaza de Jamaa el Fna es la plaza central de Marrakech y el lugar más importante de la Medina. En ella se desarrolla la vida pública de Marrakech, tanto de día como de noche. Lo mejor de la Plaza de Jamaa el Fna es la transformación que va sufriendo en el transcurso del día. El contraste de visitarla al amanecer, casi desierta, y al atardecer con un gentío ensordecedor, no tiene precio. La Plaza de Jamaa el Fna se vive paseándola y admirándola desde las terrazas que la rodean. Hay que vivirla a pie de calle, mezclándote entre los transeúntes, o bien desde una de sus azoteas. Esta plaza no deja indiferente a nadie y aunque para algunas personas puede llegar a ser agobiante por su bullicio, el ambiente que allí se respira es el más intenso e impresionante que conozco. Durante el día encontraréis muchas cosas que os llamarán la atención: desde domadores de monos que se te subirán encima hasta encantadores de serpientes, pasando por dentistas exponiendo sus últimas piezas o tatuadoras de henna. Uno de sus encantos son los carromatos que venden zumo de naranja recién exprimido a 4 dirhams (ni 40 céntimos de euro), que por cierto sientan de maravilla. Por la noche, según atardece, la plaza cambia totalmente. Al caer la noche desaparecen los tenderetes de la mañana y se llena de puestos de comida donde poder cenar, músicos improvisados y espectáculos de diferente índole. Si os atrevéis a cenar en los puestos de la plaza, hay que decir que la comida no está nada mal y los precios son bastante económicos. Muchos turistas son reacios a ellos, porque las medidas de higiene pueden ser dudosas. Se suelen ver más marroquíes que extranjeros, pero nosotros no tenemos miedo y bajamos cada anochecer a degustar su gastronomía. Bueno, mejor dicho, vamos siempre al nº 100 de nuestro amigo Adil. Ya le tenemos el punto y el precio cogido y pasamos un buen rato mientras nos cuenta sus historias para no dormir. En definitiva, un viaje a Marrakech sólo para estar 2 o 3 noches saboreando la Plaza y sus alrededores ya es un acierto de viaje. Y si lo acompañáis de un masaje con Hammam y una buena negociación en vuestras compras el éxito está asegurado.