El agua de rosas
Este agua tan apreciada se produce en «el valle de las rosas» en Kelaa M’Gouna. En Mayo se celebra la cosecha de las rosas y su transformación en agua perfumada. Elemento indispensable de la belleza femenina, el agua de rosas posee virtudes hidratantes, suavizantes, tonificantes, y es apropiada para cualquier tipo de piel.
El agua flor de azahar
Suave y dulce, el agua flor de azahar ha sido utilizado desde la antigüedad como perfume para las mujeres. En forma de agua se utiliza para aromatizar platos o como loción limpiadora para el rostro. Como aceite esencial, la flor de azahar es es una pura delicia para los sentidos. Calma los temperamentos angustiados y es ideal para conseguir una relajación completa.
El rojo amapola
Se trata de un polvo fabricado a base de pétalos de amapola. Se denomina «El rojo de Fez» porque esta región del Medio Atlas es rica en campos de estas flores rojas. Las mujeres lo utilizan para teñirse el pelo de forma natural.
Una mirada irresistible
Todas las mujeres conocen el khol, elemento imprescindible de su maquillaje para destacar y embellecer la mirada . Posee propiedades antisépticas. Este polvo se obtiene triturando galena, mineral que se obtiene de las rocas montañosas. Aplicado con un bastoncillo entre los párpados cerrados, el khol natural siempre ha proporcionado a la mirada ese misterio incomparable.
La henna, planta del paraíso
La henna procede de una planta cuyas hojas han sido secadas y reducidas a un finísimo polvo. Este polvo de color verde oliva se transforma después en una espesa pasta gracias al agua caliente. La henna sirve tradicionalmente para maquillar pies y manos, o para cuidar y teñir el cabello.
En Marruecos la henna tiene una gran importancia simbólica, especialmente en las ceremonias que marcan las etapas importantes de la vida, nacimiento, matrimonio ,etc. Si la henna deja hermosos y efímeros tatuajes sobre la piel, puede servir asimismo para crear obras de arte. Muchos artistas la utilizan para dibujar sobre telas. Esta planta llamada «la planta del paraíso» impregna realmente la vida de los marroquíes.